Después de la Comisión Europea, que ya en septiembre 2011 realizó la misma gestión, ahora también el Departamento de Justicia de EE.UU. centra su atención sobre las relaciones entre Apple y cinco de las más importantes editoriales a nivel mundial: Simon & Schuster Inc, parte de CBS Corp; Lagardere SCA’s Hachette Book Group; Pearson Plc’s Penguin Group (USA); Macmillan, parte de Verlagsgruppe Georg von Holtzbrinck GmbH e HarperCollins Publishers Inc, parte de News Corp que vulneraría el derecho de la competencia.
Ambas instituciones, sospechan una violación de la normativa Antitrust: acuerdos de fijación de precios, que es una práctica prohibida en ambos sistemas jurídicos.
Las compañías involucradas habrían realizado estos acuerdos ilegales a través de un “agency model”, firmado en 2010, más una serie de acuerdos verticales, con la especifica finalidad de eliminar del mercado de los e-books competidores como Amazon o Barnes & Noble.
Apple en este momento se está enfrentando con otra acción legal: una acción de clase llevada por los usuarios de e-books por el improviso aumento de los precios sin que fuera justificable por una paralelo aumento de los costes de producción.
El mercado de e-book está en este momento en gran expansión y los proveedores son muy pocos. En este panorama, la protección de una competencia leal desarrolla un papel importantísimo para garantizar el acceso al mercado de nuevos agentes y, consiguientemente, la protección de los intereses de los consumidores.
Aurora Grieco