La propiedad Intelectual es un derecho que en la actualidad tiene su reconocimiento y su regulación, más o menos respetada en todo el mundo. Esta situación no siempre ha sido así. El reconocimiento al autor de una obra, idea o invento no siempre ha sido respetado y mucho menos remunerado. La Propiedad Intelectual es un término relativamente moderno así como su concepto y la esencia de lo que abarca. Desmembraremos este proceso, especialmente centrado en Europa y en América con posterioridad.

La autoría de una obra y el respeto a la figura del creador nos vienen dadas de Grecia, donde los artistas gozaban de gran reconocimiento, escritores, poetas, escultores, dramaturgos…pero hablamos sobre todo de un reconocimiento público más que un reconocimiento legal y remunerado.

Durante la Edad Media, la Propiedad Intelectual y el reconocimiento del autor menguó ostensiblemente, ya que el artista se ocultó bajo las sombras del anonimato y rara vez firmaba sus obras, debido a que los poseedores de esas obras, y por lo tanto de la Propiedad Intelectual,  eran la iglesia o la nobleza.

La llegada de la imprenta

Los verdaderos precedentes de la Propiedad Intelectual, se remontan a la llegada y consolidación de la imprenta de tipos móviles a Europa (siglo XVI). En esos momentos la propiedad de la obra recaía no en el autor de la misma, sino en el impresor (esta apropiación de derechos era una consecuencia de la organización gremial medieval). En esos momentos quien ostentaba el poder (iglesia y gobernantes) también lo ejercían sobre los impresores, dándoles o negándoles el permiso de impresión, según les interesara o no los libros a imprimir.

De ese modo los autores quedaban totalmente desprotegidos y muy alejados de la Propiedad Intelectual de su propia obra. A  lo largo del siglo XVII, algunos estados intentaron compensar a los autores y regular la Propiedad Intelectual para incentivar la cultura y la creación, pero los resultados fueron inapreciables.

Las bases de la Propiedda Intelectual que hoy conocemos

Las bases sobre la Propiedad Intelectual, tal y como la conocemos se asentaron en el año 1710, cuando se promulgó en Inglaterra el Statute of Ann (por la reina Ana de Inglaterra). ¿Cuál fue la novedad? Por primera vez se consideraba necesaria la compensación a los autores. El objetivo era que los creadores siguieran creando y no tuvieran que malvivir en otros oficios y de ese modo dejar de crear. Esta nueva normativa contó, como es lógico, con el rechazo total de los impresores, pero se extendió por toda Europa.

En el año 1883 tuvo lugar la Convención de París, que sentó las bases para los acuerdos internacionales de protección de la Propiedad Intelectual e Industrial. Posteriormente, en 1886, se celebró la Convención de Berna, donde se internacionalizó los Derechos de Autor, punto clave para entender la Propiedad Intelectual.

A finales del siglo XIX y arrastrados por la corriente del reconocimiento de la Propiedad Intelectual y la protección de los autores, se fueron creando sociedades de gestión de derechos del autor como la SAE (precedente de la SGAE) en España.

La Propiedad Intelectual y el siglo XX

A lo largo del siglo XX la Propiedad Intelectual y los Derechos de Autor se han ido perfeccionando y puliendo para acabar siendo un derecho regulado y perfectamente establecido ¿Seguro? Con la aparición de Internet y las Nuevas Tecnologías, se ha abierto nuevos frentes en el establecimiento de la Propiedad Intelectual, pero eso es otro debate, que sin duda afrontaremos desde SNAbogados.

Santiago Nadal