Hace unos días se presentó el Informe anual ASEBIO (Asociación Española de Bioempresas) que desgrana en qué situación se encuentra el sector biotecnológico español. Este informe recoge los datos del año 2014.
Los datos que de este informe se desprenden no pueden señalarse como positivos, aunque como en todo tipo de informe, las cifras son interpretables y también hay lugar para el optimismo, o como dicen miembros destacados del sector hay “margen de mejora”. Lo cual es como asegurar que España no está en lo más alto, ni siquiera cerca, respecto al panorama biotecnológico internacional.
¿Cuáles son las principales conclusiones del informe ASEBIO?
Cómo datos negativos se puede observar que ha habido un descenso en el número de empleados en el sector, concretamente un 14,8% menos respecto al año 2013.
La inversión en este sector ha descendido un 1,68% respecto al año anterior. Este punto es esencial ya que la falta de financiación en un sector que vive fundamentalmente del capital riesgo y del desembolso público amenaza con estrangular a muchas pequeñas compañías.
Como principal dato positivo se puede destacar que el volumen de facturación total de la biotecnología creció un 18,48% en 2013, hasta los 95.152 millones de euros. Su peso sobre el PIB español ha alcanzado ya el 9%, frente al 6% que suponía en 2008.
Esta cifra, sin embargo, puede llevar a engaño porque en ella se incluye la actividad de compañías que no tienen la biotecnología como actividad principal, como por ejemplo Repsol.
Sólo el 7,47 de la cifra del negocio total lo generan las empresas Biotech, es decir las empresas que viven al 100% de la biotecnología.
Otro dato positivo es que aumentaron el número de publicaciones de patentes, 976 durante todo 2014, eso representa un incremento del 8% respecto a 2013. El 65% de ellas fueron solicitudes y el 35% concesiones.
En 2014 se contabilizaron 141 nuevos productos lanzados, lo que significa un incremento del 12% respecto al año anterior.
Cataluña es la Comunidad Autónoma donde se concentra el mayor porcentaje de la industria biotecnológica (14,89%), seguida por la Comunidad de Madrid (12,13%) y País Vasco (11,88%).
Tal y como indicábamos, algunos miembros de la comunidad biotecnológica española son moderadamente optimistas. La presidenta de Asebio, Regina Revilla, confía en las posibilidades de la industria. “Estamos trabajando duro para persuadir a la Administración y al entorno financiero de las oportunidades que ofrecen nuestras empresas a los inversores”.
David Casado