Sentencia del Tribunal General de la Unión Europea 27 Junio 2019 (Luciano Sandrone / EUIPO y J. García Carrión)
La Marca DON LUCIANO se opuso al registro de la Marca LUCIANO SANDRONE, por riesgo de confusión: ambas estarían registradas para “bebidas alcohólicas”.
El Tribunal General de la Unión Europea decidió, el Junio pasado, que no había riesgo de confusión.
El Tribunal analiza las palabras en conflicto.
Carácter distintivo de las palabras clave
Considera que “Luciano” es distintiva, pero “Sandrone” también. Además, el apellido (“Sandrone”, en este caso) suele ser más distintivo que el nombre de pila.
Por otro lado, “Luciano” no tiene gran fuerza distintiva. Es un nombre frecuente en España, Italia, Portugal y Francia; tampoco podría ser considerado un nombre “raro” en los demás países de la Unión, actualmente.
Por tanto, los elementos distintivos de las marcas en conflicto son las palabras “Luciano” y “Sandrone”. Concluye que ambas marcas tienen poca similitud visual y fonética.
Poco similitud fonética. ¿Similitud conceptual?
La Sentencia reconoce que, en ciertos casos, debe analizarse la posible similitud conceptual: el contenido de los signos. Conceptualmente: ¿ambas marcas para vinos son similares / confundibles?
Este sería el caso con los nombres de famosos, que generan una conexión con una idea / concepto general. Pero no es así, cuando se comparan dos nombres “normales”, como aquí; no tienen un “concepto” detrás. Por tanto, no es necesaria una comparación conceptual.
No hay riesgo de confusión. Comparación de conjunto
Tampoco hay riesgo de confusión, si se hace una comparación global de ambos signos.
El elemento “Luciano” no es distintivo en ambos signos.
Los nombre franceses, españoles, italianos son frecuentes en vinos. La inclusión de un mismo nombre no implica necesariamente que los consumidores los confundan o los asocien.
No hay confusión conceptual.
Los vinos protegidos por cada signo tienen características diferentes.
Concluye que no es probable que el consumidor medio establezca una conexión entre ambas empresas. Especialmente, en el mundo del vino, donde el uso de nombres es frecuente. El añadido “Sandrone” es mucho más distintivo.
Por tanto, no es probable que haya riesgo de confusión entre las marcas.