Durante los últimos años, la financiación pública ha realizado un importante esfuerzo para fomentar la Transferencia de Tecnología en el sector sanitario. Sin embargo, la crisis económica que atraviesa nuestro país hace que cada día resulte más difícil conseguir financiación para las Oficinas de Transferencia y para la propia investigación biomédica.
Es un momento crítico para la Transferencia de Tecnología en los Hospitales. El esfuerzo y recursos dedicados durante los últimos años han permitido un avance significativo en el nivel de experiencia y cultura de innovación dentro del sector. Pero si las ayudas públicas no se mantienen, todo lo conseguido hasta ahora podría volver al punto de partida y los esfuerzos habrían sido en balde.
Ante esta situación, los centros de investigación sanitarios y sus Oficinas de Transferencia están sometidos a una enorme presión para que los retornos económicos de la Transferencia de Tecnología sean una realidad con carácter casi inmediato. Pero la Transferencia de Tecnología tiene “per se” una serie de hándicaps que hacen difícil obtener buenos resultados.
La tecnología a transferir
Una de las dificultades más habituales en Transferencia es que la investigación tenga un carácter muy básico, haciendo difícil prever si tendrá alguna aplicación final. Esto complica el encontrar empresas interesadas en su comercialización, por el alto riesgo de la inversión a realizar. Afortunadamente, éste no es el caso de la investigación en el entorno sanitario español.
En España, un buen número de Hospitales Universitarios desarrollan una labor investigadora del más alto nivel científico. Esta investigación suele estar dirigida por profesionales que compaginan esta labor con la práctica clínica, y por ello se caracteriza por ser una investigación aplicada, orientada a dar solución a problemas médicos no resueltos. Además, al desarrollarse en un entorno hospitalario de primer nivel, en muchos casos es una investigación en estado avanzado de desarrollo, incluso testada ya en pacientes.
Todo esto hace que el conocimiento e innovación técnica generados en este entorno despierten un mayor interés en el mercado. A esto se suma el hecho de que el médico es el prescriptor final del producto a poner en el mercado, y que el colectivo clínico suele tener numerosas y buenas relaciones con las empresas del sector. Por tanto, no es aventurado decir, que la investigación en el área sanitaria es el escenario de partida ideal en Transferencia de Tecnología.
Las Oficinas de Transferencia
Las Oficinas de Transferencia (OT) adscritas a centros sanitarios, al igual que las OT del resto de centros de investigación, tienen importantes dificultades que superar para ser eficientes en su función.
Disponer del personal suficiente para gestionar todo el volumen de casos a transferir es un lujo que pocas Oficinas de Transferencia se pueden permitir, sin mencionar que un gran número de Hospitales Universitarios sencillamente no tienen OT.
El segundo problema está en la necesidad de perfiles muy variados y altamente cualificados para abarcar las diferentes disciplinas que intervienen en la Transferencia de Tecnología: Propiedad Industrial e Intelectual, Soporte Jurídico especializado en Innovación y Transferencia, y un Desarrollo de Negocio conocedor del área científica que a la vez, sea experto en el mercado hospitalario y en negociación con la industria. Se trata de perfiles altamente cualificados que requerirían una inversión económica muy elevada.
La realidad es que las OT del ámbito sanitario están trabajando con unos recursos humanos muy limitados, cuando no inexistentes.
Finalmente, en Transferencia de Tecnología, las decisiones a la hora de dedicar recursos humanos y económicos, han de estar basadas en criterios de rentabilidad. Este enfoque economicista de la gestión de la Transferencia de Tecnología aun ha de ser más estricto cuando los recursos de los que se dispone son escasos. Sin embargo, la idiosincrasia de las Fundaciones y otros organismos que gestionan la Transferencia de Tecnología en el ámbito sanitario, en la práctica, hacen muy difícil la implantación de estos criterios económicos en la toma de decisiones.
Cambios en la Gestión de la Transferencia: una necesidad
Las Oficinas de Transferencia de los Hospitales están ante un momento crítico en su reciente trayectoria. En muchos casos apenas si han comenzado a andar, pero la presión para obtener resultados a corto plazo es enorme. Urge conseguir retornos económicos que permitan mantener las estructuras de las OT y financiar las líneas de investigación.
La eficacia en la gestión de la Transferencia de Tecnología se ha convertido en una necesidad apremiante. Será necesario dar prioridad a los criterios económicos en la toma de decisiones y también contar con empresas externas que aporten perfiles profesionales especializados en Transferencia y que se conviertan en Colaboradores Externos más que en proveedores de servicios, para que no supongan una carga económica.
Estas Empresas Colaboradoras también pueden -y deben- ofrecer una red de contactos a nivel internacional. Resulta difícil pensar en una Transferencia de Tecnología exitosa si su ámbito de actuación queda restringido localmente. Y es que Transferencia de Tecnología e Internacionalización van de la mano.
En otros países europeos, hay abundante experiencia con este tipo de Empresas Colaboradoras. En España vamos un paso por detrás, pero ya están apareciendo las primeras, y es de desear que el número incremente rápidamente.
Cecilia López